jueves, 11 de noviembre de 2010

Extractos de "La mano del emigrante", por Manuel Rivas

"Si unimos apego y pérdida, como quien reúne dos hemisferios, el resultado es morriña, o su hermana saudade, dos palabras preciosas y carnales, tan manoseadas por el tópico. El mundo, en su hechura verdadera, es decir, como geografía emocional, también está constituido por esos dos hemisferios. La vida humana transita entre el Apego y la Pérdida.

En este libro hay un "cuerpo a cuerpo", buscado de forma intencionada, entre el relato de ficción y el relato periodístico. Me apasiona el contrabando de géneros, ¡otra vez en la frontera!, y este encuentro es la mejor respuesta que se me ocurre a la cuestión recurrente sobre el lugar de lo real y de la "verdad" en el periodismo y la literatura.

La mirada literaria sirve para ensanchar, en todas las dimensiones, el campo de lo real. Para crear, para inventar, más realidad.

Pero la mirada camina con los pasos del apego y la pérdida, abre su propio sendero, y recicla los mensajes publicitarios como harapos con los que tejer un sentido y depositar la melancolía.

Una ardilla rebuscaba en la hierba. Se irguió sobre la cola, vigilando el decidido andar del intruso, con esa forma de interrogación que tiene el cuerpo de la ardilla en parada de alerta.

Me vino a la cabeza un pensamiento aterrador. ¿Se podrá también transplantar la cabeza con los sueños y la memoria dentro?

Pero los recuerdos nos perseguían, olfateaban el rastro, al acecho durante años, rondaban en la noche, trepaban por las hiedras y los desagües, gorgojeaban en los sumideros, se deslizaban como medusas por las vísceras grasientas de la ciudad."

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